Credideseo Express CAM

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Te conceden enseguida hasta 20.000 € sólo con tu firma y sin trámites.

Y si lo deseas, no pagarás capital hasta seis meses después de tener el dinero, sólo intereses.

Para más de 6.000 € hay un periodo opcional de carencia de capital de 6 meses. La aprobación se realizará de acuerdo a las normas de concesión de créditos de CAMGE. Sólo se necesita la firma del cliente para el abono en cuenta. Producto distribuído por CAM con la financiación de CAMGE Financiera, E.F.C., S.A. (NRBE 8824), empresa del Grupo CAM.



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Prestamos Rapidos y Creditos Express

Estas financieras están especializadas en el segmento de microcréditos, préstamos cuyo importe no supera los 3.000 euros. Con un alto coste de financiación, su interés nominal se sitúa en torno al 20% anual, pudiendo alcanzar incluso un 22,9% y su T.A.E. es de hasta el 24,6%.
La concesión de un cómodo y rápido crédito al consumo puede esconder disparadas condiciones bajo la letra pequeña y, lo que se presenta como la gran oportunidad para hacer frente a un imprevisto, se convierte en un coste mayor de lo que se esperaba. Así, por un crédito de 3.000 euros, con un TAE del 24’6% , al cabo de 12 meses se habrán pagado 415 euros en concepto de intereses.
Así pues, las ventajas que ofrecen los créditos fáciles e inmediatos están más relacionadas con la comodidad, todas las gestiones se hacen por teléfono, que con los beneficios monetarios propiamente dichos.
Derechos del titular de un préstamo personal
  • Antes de que se celebre el contrato, la entidad financiera debe entregarle una oferta vinculante con las condiciones del préstamo, que se deben respetar durante un período mínimo de 10 días hábiles. Así podrá comparar ofertas.
  • Si su préstamo está vinculado a la compra de un producto, y devuelve el producto, el contrato se anula sin ningún coste.
  • Tiene derecho a ser informado del importe de las cuotas periódicas en una tabla de amortización.
  • En préstamos vinculados a compras realizadas en un comercio, puede realizar la operación con la entidad que desee, sin necesidad de contratar la que le sugiera el establecimiento.
  • En caso de aceptar la oferta de la entidad financiera, tiene derecho a examinar la póliza antes de su firma y conviene hacerlo detenidamente, prestando especial atención a las condiciones de tipo de interés, gastos y comisiones, garantías y plazo.
Consejos
  • Antes de solicitar un préstamo, analice su historial personal de crédito. Si sus ingresos económicos han sido irregulares o los números rojos son habituales en su libreta, será más complicado que se lo concedan.
  • Valore objetivamente su capacidad de endeudamiento y sea realista respecto al nivel de consumo que se puede permitir.
  • Establezca un plazo de amortización acorde con sus posibilidades. Tenga en cuenta que, si bien a mayor plazo la cuota mensual a pagar es menor, a la larga se pagan más intereses. A menor plazo ocurre lo contrario.
  • Para afrontar pagos de pequeña consideración, busque otras opciones que tengan intereses más bajos que los aplicados a los préstamos personales.
  • Analice en profundidad la publicidad de las entidades financieras. No se fije sólo en el reclamo publicitario y pida toda la información que necesite. En cualquier caso, sepa que las entidades están obligadas a respetar las condiciones contractuales ofertadas en su publicidad.
  • Compare el mismo producto en varias entidades. La mejor referencia para comparar las distintas ofertas es examinar el T.A.E. del producto, pues expresa el coste real del préstamo (incluye interés nominal, comisiones, seguro...). En todo caso, infórmese sobre las comisiones y gastos a pagar.
  • Cuando estudie varias ofertas no olvide solicitar una simulación que contemple el cuadro de amortización completo del préstamo. Este cuadro le permitirá realizar las comparaciones oportunas.
  • No dude en negociar tanto el tipo de interés como todas y cada una de las comisiones que le trate de repercutir la entidad de crédito.
  • Compruebe que en el contrato constan los siguientes puntos:
    1. La indicación del T.A.E. Si no se incluye, su obligación se reducirá a abonar el interés legal en los plazos convenidos.
    2. Una relación del importe, el número y la periodicidad de las fechas de pago que debe usted realizar para el reembolso del crédito. Si no se especifican, su obligación se reducirá a pagar el precio al contado o el nominal del crédito en los plazos convenidos.
    3. La relación de elementos que componen el coste total del crédito, debiendo expresarse la necesidad de suscribir, en su caso, un seguro de amortización del crédito por fallecimiento, invalidez, enfermedad o desempleo del titular. Si no se hace constar, no le podrán exigir el abono de gastos no citados en el contrato, ni la constitución o renovación de garantía alguna.
  • Solicite -y guarde- una copia del contrato y de todos los recibos o documentos relacionados con el préstamo.
  • Verifique que en los recibos del préstamo se aplican las condiciones pactadas en el contrato, y si tiene cualquier duda o está disconforme con el cargo de una cuota, diríjase a la sucursal para resolver el problema.
  • Las entidades suelen exigir la intervención de fedatario público a la hora de suscribir créditos al consumo y préstamos personales en general, y ello es así al objeto de dotar a dichos contratos de la acción ejecutiva en caso de impago del prestatario. Habitualmente este gasto corre a cuenta del cliente, pero no tiene porque ser así. Negocie quién asume el coste del notario.

¿Préstamos o Créditos?


Una de las opciones más rápidas y sencillas para obtener dinero es solicitar un préstamo o un crédito bancario. Cada opción tiene sus pros y sus contras y será preferible en función del tipo de cliente.

Cuando acudimos a un banco y solicitamos un préstamo la entidad financiera pone a nuestra disposición, de forma inmediata, (siempre después del consabido papeleo) una cantidad fija de dinero que debemos devolver en un plazo acordado con sus comisiones e intereses estipulados. La cantidad se devuelve en cuotas mensuales que incluyen las comisiones y los intereses.

Frente a este modelo nos encontramos con los créditos. Se trata de una operación financiera en la que se pone a nuestra disposición una cantidad limitada y especificada de crédito durante un período de tiempo determinado. En un crédito no estamos obligados a utilizar todo el dinero que se nos ofrece, y según lo gastado, así serán las comisiones que debamos pagar. El crédito conlleva normalmente la apertura de una cuenta corriente y la obtención de una tarjeta que es desde dónde se gestiona el crédito. Existe una modalidad de crédito similar pero para la que no hace falta tarjeta de crédito, denominada “línea de crédito” aunque solo está disponible para autónomos y empresas.

Los tipos de interés de los préstamos suelen ser más bajos, mientras que los créditos, especialmente a través de tarjetas de crédito, cobran unos intereses más altos, si bien los bancos piden menos requisitos. En este sentido, con un préstamo, podemos hacer frente a grandes compras, como viviendas y coches, mientras que los créditos son destinados principalmente para pequeñas deudas o compras.

La principal diferencia es que con un préstamo podemos obtener más dinero que con un crédito, si bien los bancos piden muchos más requisitos y avales. Por el contrario, los préstamos presentan unos tipos de interés más bajos que los créditos.